24 nov 2009

-Nunca quise vivir sin querer morir.


-El padre fue mi amo y quizá también el Hijo, el Diablo y el Tiempo, la Eternidad y las otras perdiciones. Me postré ante las caras del mundo fanático de la obediencia, siervo de lo fútil, sometido a ídolos. Porque el devenir es una sarta de templos en los que furtivamente me puse de hinojos, entre sus ruinas dejé mis huellas y no me queda ya más que este alma, ruina de saciedad.

-Ya no tienes dónde asirte en un mundo que no tiene extremos.

-Creced y multiplicaos, mandamiento destinado a un universo de lacayos abierto a la pasión horizontal e incapaces de experimentar otros goces que los de revolcarse. Impermeable a la música, el hombre alcanza el éxtasis en el vientre y goza con un gemido pasajero, llamando felicidad a la esencia equívoca de lo absoluto de la columna vertebral. … y así te revuelcas en el hormiguero infinito de los mortales.

-Para un alma infectada del vacío del mundo ….

-Sin que nosotros podamos impedirlo, el velo que recubre ese espectáculo llamado vida se desgarra en miríadas de copos ilusorios y, de todo cuanto se desarrollaba ante nuestros ojos, no quedan ya ni tan siquiera las sombras de una quimérica realidad.

-Vayas donde vayas siempre es lo mismo. Dices eternidad, porque tus temblores han roto el tiempo y cuando es el tiempo el que te ha roto a ti dices nada.

-Un animal que puede sufrir por lo que no es, he ahí al hombre.

-Buscas diversión, vino y baile y el mundo donde se va a tientas y cuando ves girar a los demás disfrazando su vacío con el gesto y el tedio con el movimiento, fingiendo olvidar la livianidad de los medios con los que salvan la sima que les separa de los que respiran, te dices sin querer: sólo los que se suicidan no mienten. Ya que sólo muriendo no miente el mortal … ¿Para qué habrían de despertarse? ¿Para que nada sea? … Asqueado de una existencia descolorida por una visión clara ¿cómo no ibas a desear tener unos párpados eternamente cerrados ante la mentira de una fresca realidad?

-Todo lo que tiene origen en el orgullo es de breve duración pero la intensidad infinita redime la brevedad temporal.

-¿No ves que la muerte te está tendiendo esplendorosamente sus acogedores brazos para acabar con tus penalidades sin rumbo?

-Quise vivir y he vivido, aunque presentí que no tenía forzosamente que ser ¿cómo vivir en los instantes si el nacimiento me condeno a ser verdugo del tiempo?

-La sima que hay entre el alma y los sentidos hace del destino sinónimo de condena.

-Carcomido por las resistencias del destino y por las fracturas del espíritu, te cubres con la melodía de la limitación.

-Al revelarte el tedio abstracto el vacío que representa estar vivo, acechas por las calles, cual asesino de los instantes, el olvido del pensamiento.

-Detrás hiede la carroña de la vida. Y el que lee en tus pasos, descubre en ellos un asesino.

-La única escapatoria del alma es el desatino. De un alma que haya perdido sus dimensiones, que haya apresurado su fin. Y de un pensador de la posibilidad infinita, de un pensador de la imposibilidad.

-Recuerdo haber sido una vez ese niño. Eso es todo.



-Ese maldito yo-

-¡No tener ya nada en común con los hombres salvo el hecho de ser hombre!

-Aunque creerse Dios me parezca más fácil que creer en Dios.

-No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos que forman parte de nuestra rutina y nos minan meticulosamente como el Tiempo.

-Si no poseo el gusto del misterio es porque todo me parece inexplicable, o mejor dicho, porque lo inexplicable es mi único sustento y estoy harto de él.

-¿Cómo no pensar que a fin de cuentas la diferencia no es tan grande entre un mortal y un moribundo?

-El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única en realidad.

-¡Ay de quien, habiendo agotado sus reservas de desprecio, no sepa ya qué sentimiento experimentar respecto a los demás y respecto a sí mismo!

-En cuanto olvido que poseo un cuerpo, creo en la libertad. Pero tan pronto como me llama al orden y me impone sus miserias y sus caprichos, dejo inmediatamente de creer en ella.

-Intento en vano imaginar el cosmos sin … mí. Afortunadamente, la muerte se apresurará a remediar la insuficiencia de la imaginación

-Yo no hubiera podido adaptarme a ningún destino. Estaba hecho para existir antes de mi nacimiento y después de mi muerte, pero no durante mi existencia-

-El paso puro del tiempo, el tiempo desnudo, reducido a una esencia de transcurso, sin la discontinuidad de los instantes, sólo se percibe en las noches que pasamos en blanco.

-No ser ya tentado más que por el más allá … de los extremos.

-¿Cómo explicar el hecho de no haber sido, que la ausencia colosal que precede al nacimiento no parezca incomodar a nadie, y que aquel a quien le perturba no le perturbe demasiado?

-Quisiera olvidarlo todo y despertarme frente a la luz anterior a los instantes.

-El hombre se halla en algún lugar entre el ser y el no-ser, entre dos ficciones.

-Evitemos exigir demasiado a las palabras, por miedo de que, extraviadas, no puedan ya cargar con el peso de un sentido.

-Todo el mundo me exaspera. Pero me gusta reir. Y no puedo reir solo.

-Siempre hay alguien por encima de uno: más allá del propio Dios se eleva la Nada.



DE UNO u OTRO (ese mald… o de breviario)

-La jactancia es incompatible con el dolor físico. En cuanto nuestro cuerpo se hace notar, nos devuelve a nuestras dimensiones normales, a la certeza más mortificante, a la más devastadora.

-Si un día sucede que yo también muero.

-Morir es cambiar de género, renovarse.

-No he conocida una sola persona perturbada a la que no le interesara Dios ¿Debe por ello concluirse que existe un vínculo entre la búsqueda de lo absoluto y la desintegración del cerebro?

No hay comentarios:

Publicar un comentario