De la película Deliverance.
fracturas y fisuras
Aunque no lo sepas somos el resumen de otros, de muchos, del resto. Este blog pretende ser casi científico, la palabra hecha materia, objeto de ensayo y error, tomando las frases formadas por otros crear algo nuevo pero siendo ya viejo. Experimento verbal y consciente para corroborar una hipótesis, todo está ya dicho.
8 nov 2010
6 nov 2010
SÓLO CON UNA GUITARRA
Navegando por la red, curioseando supongo, buscando frikis, me di de bruces con esta versión de una canción de los siempre inigualables Beatles, Come together (http://www.youtube.com/watch?v=wQQkt_rP_g8 ) Sentimiento, fuerza, buena voz y una gran canción, la combinación ideal para que surja algo digno.
30 oct 2010
el tiempo y Cortázar
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
29 oct 2010
Sigo con lo del tiempo
La vida del hombre es un entre, y los extremos —la nada del antes y la nada del después— no le pertenecen. El análisis de Heidegger muestra que el ser que somos cada uno de nosotros se interpreta como esa pura tensión del pasado, presente y futuro que nos constituye.Somos temporalidad, por eso el tiempo se revela como horizonte de comprensión del ser. El ser no es permanente presencia como suponía la tradición metafísica occidental, sino advenir o acontecer. Asumir la temporalidad que somos sin subterfugios ni distracciones es lo que nos permitiría apropiarnos realmente de un destino auténtico.
28 oct 2010
SOMOS SUSPIROS DE LO ETERNO (PEQUEÑOS INSTANTES)
Tiempo, ya sé que somos tiempo, que realmente no hay otra cosa que el tiempo, en el fondo, todos lo intuimos, lo sabemos, pero parece entonces que saber no es lo mismo que comprender, no, porque pocos hay que entienden lo profundo de dicha afirmación, lo que esto quiere decir; somos tan sólo una manifestación del tiempo, una más, tiempo hecho carne. Qué otra cosa sino -pregunto-
5 sept 2010
sin palabras
http://www.dailymail.co.uk/news/article-1298873/Now-thats-proper-LEAD-singer-Sculptor-carves-tiny-Elvis-tip-pencil.html
28 ago 2010
UN CUENTO Q ME HA ENCANTADO
Escuché un chirriar de pesada puerta metálica. Chirriaba y chirriaba, pero la puerta no encontraba. Subí los peldaños que conducían a una estancia iluminada, pero no encontré puerta alguna. Giré todas las esquinas, crucé todos los pasillos, me asomé por todas las ventanas, me tumbé en todos los suelos, atravesé leguas, y quizás el olvido, algún desierto al que le seguía alguna fiesta a la que le seguía un mayor desierto, albedríos no siempre libres, pasé días y noches buscándola y la puerta seguía chirriando y yo sin encontrarla.
Ninguna ave me daba pistas, bastante trabajo tienen en volar, pensaba, ninguna nave me alejaba, ningún paradero amortiguaba aquel sonido, después de tanto tiempo (y el tiempo es lo único que pasa y no pasa), la puerta aún chirriaba. De golpe, sin saber cómo, me paré en un sitio cualquiera, pero metí la mano tan adentro que, finalmente, pude cerrarla. Y ahora, ¿cómo detendría el silencio que se instauraba? Volví a perder la entrada.
copiado de http://hiperboreana.blogspot.com/ (magnetic road)
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